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miércoles, 11 de mayo de 2011

LA CIENCIA MIDE EL CAMPO ENERGETICO HUMANO



La Ciencia mide el Campo Energético Humano

Por Dr. James L. Oschman y Nora Oschman

La noción de energía es un tema que forma parte de varios sistemas de cuidado complementario, incluyendo el Reiki. Por razones históricas y emocionales, hay dos palabras-clave que no se pueden mencionar en la sociedad de investigaciones académicas: “energía” y “toque”. Por lo tanto, no es sorprendente que el Reiki haya sido desdeñado por los investigadores de la ciencia biomédica.

Esta situación está cambiando rápidamente gracias a las investigaciones hechas en todo el mundo.

La historia de como el concepto de “energía de curación” pasó de la fase inicial de sospecha y ridículo a la respetabilidad, es una de las más fascinantes y significantes que se pueden contar.

Igual que en muchos otros campos de la investigación, lo que era absolutamente cierto hace 20 años, ha cambiado drásticamente. Por ejemplo, en el transcurso de unas décadas, los científicos pasaron de la convicción de que no hubiera algo que se pudiera llamar un campo energético alrededor del cuerpo humano, a la convicción de que este campo existe. Además, comprendemos cada vez más el papel de estos campos energéticos en cuanto a la salud y a la enfermedad. La mayoría de la gente no es consciente todavía de estas investigaciones y persisten en su actitud de que no hay una base lógica para la curación energética.

El motivo principal por el cual la actitud empezó a cambiar, es el desarrollo de instrumentos muy sensitivos, capaces de medir la energía sutil alrededor del cuerpo humano. Una importancia especial tiene el magnetómetro SQUID1, que es capaz de detectar campos biomagnéticos minúsculos asociados a actividades fisiológicas en el cuerpo. (Figura 1) Se trata del mismo campo de energía que personas sensitivas han descrito desde hace milenios, pero que los científicos han ignorado porque no había medios para medirlo objetivamente.

Para resumir los descubrimientos hechos hasta el momento, los editores de un nuevo periódico internacional2 han pedido una revisión del concepto de la “energía de curación”. A pesar del hecho de que nosotros venimos estudiando este tema desde hace unos 15 años, la preparación de una revisión completa nos llevo a un profundo examen del asunto, llegando a algunas conclusiones sorprendentes.

Habitualmente, los descubrimientos-clave no son hechos por científicos que estudian las diferentes técnicas como el Reiki, el TT (Toque Terapéutico) o el HT (Healing Touch).

Lo que ocurre es que científicos tradicionales, con la lógica habitual y utilizando métodos científicos, empiezan a clarificar el papel de las diferentes energías en el proceso de curación. Por lo tanto, sus conclusiones tienen la misma base científica que la de la medicina clínica moderna. Para más detalles, ver los artículos que hemos publicado sobre el tema3.

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El Campo Energético Humano

Desde hace tiempo se sabe que las células y los tejidos generan un campo eléctrico que se puede medir en la superficie de la piel. Pero, las leyes de la física afirman que cualquier corriente eléctrica genera un campo magnético correspondiente en el espacio. Dado el hecho que estos campos magnéticos son demasiado pequeños para ser detectados, los científicos asumieron que dichos campos no podían tener una importancia fisiológica.

Esta situación empezó a cambiar en 1963. Gerhard Baule y Richard McFee, del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Universidad de Siracusa, Siracusa NY, detectaron el campo biomagnético proyectado por el corazón humano utilizando dos electroimanes de 2 millones de vueltas de hilo cada uno, conectados a un amplificador muy sensitivo.

En 1970, David Cohen de MIT, utilizando el magnetómetro SQUID, confirmó los resultados concernientes al corazón. En 1972, Cohen, había mejorado la sensibilidad de su aparato, lo que le permitía medir los campos magnéticos producidos por la actividad del cerebro, alrededor de la cabeza.

Seguidamente, se descubrió que todos los tejidos y los órganos producen pulsaciones magnéticas específicas, que son ahora conocidas bajo el nombre de campos biomagnéticos. Los exámenes tradicionales, como el electrocardiograma y electroencefalograma, se completan ahora por exámenes biomagnéticos llamados magnétocardiograma y magnétoencefalograma. Por distintas razones, el estudio del campo magnético alrededor del cuerpo, da indicaciones más exactas sobre la fisiología y la patología que el estudio del campo eléctrico.

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La patología altera el campo biomagnético

En los años ’20 y ’30, Harold Saxon Burr, eminente investigador de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, sugería que se puede detectar las enfermedades en el cuerpo energético antes de que los síntomas aparecieran. Estaba convencido también de que se podría evitar las enfermedades alterando el campo energético.

Estos conceptos, que entonces parecían demasiado prematuros, son hoy confirmados por los laboratorios de investigación médica en todo el mundo. Científicos utilizan aparatos SQUID para realizar cartas de las alteraciones del campo magnético alrededor del cuerpo debido a las enfermedades. Otros, aplican campos magnéticos pulsantes para estimular la curación.

Una vez más, personas sensitivas han descrito estos fenómenos desde hace tiempo, pero no había una explicación lógica del proceso.

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La proyección de energía por las manos de “curanderos – terapeutas”

Al principio de 1980, el Dr. John Zimmerman empezó una serie de estudios sobre el toque terapéutico, utilizando un magnetómetro SQUID, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, en Denver. Zimmerman descubrió que un enorme campo biomagnético pulsante emanaba de las manos de un practicante de toque terapéutico. La frecuencia no era estable, sino “barría” sobre un segmento de 0,3 a 30 Hz (ciclos por segundo), con una parte importante de su actividad alrededor de 7 – 8 Hz (Figura 2).

Las pulsaciones biomagnéticas de las manos están en la misma frecuencia que las ondas cerebrales. Los estudios científicos de las frecuencias necesarias para la curación indican que las ondas cerebrales “barren” constantemente todo el segmento de frecuencias terapéuticas, estimulando de esta manera la curación en todo el cuerpo.

La confirmación de los descubrimientos de Zimmerman llegó en 1992 cuando Seto y sus colegas, en Japón, estudiaron a practicantes de distintas artes marciales y de otros métodos de curación. La emisión de “Ki” de sus manos era tan potente que se podía medir con un simple magnetómetro que consistía en dos electroimanes de solamente 80 000 vueltas de hilo.

Después, los estudios sobre los practicantes de Chi Kung, se centraron en los campos sonoros, de luz y térmicos emitidos por los “curanderos – terapeutas”. Lo que es particularmente interesante es que la frecuencia de la pulsación varía de un momento a otro.

Asimismo, los investigadores médicos que desarrollan las terapias de campos magnéticos pulsantes, encuentran que esta misma frecuencia es eficaz para desencadenar el proceso de “curación espontánea” en muchas enfermedades incluso para pacientes enfermos desde hace 40 años. Frecuencias específicas estimulan el crecimiento de nervios, de huesos, de piel, de capilares y de ligamentos.

Los practicantes de Reiki y sus pacientes tienen a diario experiencias de desencadenamiento de “curaciones espontáneas” y la medicina académica, gracias a los descubrimientos científicos, empieza ahora a aceptar esta terapia como lógica y benéfica.

En la figura 2, hemos indicado fragmentos de la señal que corresponden a las frecuencias utilizadas por los aparatos médicos para estimular la curación de distintos tejidos.

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Diferencias individuales en la proyección de la energía y la detección.

Para poder estudiar la proyección de la energía de las manos de terapeutas, los científicos tienen primero que aceptar la idea de que hay diferencias enormes entre las personas. Además, la práctica de diferentes técnicas puede aumentar aún más el efecto.

Existen explicaciones neurofisiológicas y biofísicas en cuanto al papel de la Práctica y de la Intención.

Un hecho que no es muy conocido es que las “ondas cerebrales” no son confinadas únicamente en el cerebro, sino que se difunden por todo el cuerpo mediante el sistema perineural, los tejidos que rodean los nervios. El Dr. Robert O. Becker describió justamente como este sistema, más que cualquier otro sistema del cuerpo, se encarga de la curación de las heridas en todo el cuerpo. El sistema nervioso actúa como una “antena” para proyectar las pulsaciones biomagnéticas que empiezan en el cerebro, en el thalamus. Además, las ondas que empiezan en el cerebro como pulsaciones relativamente débiles, ganan fuerza mientras se desplazan a lo largo de los nervios periféricos hasta las manos. El mecanismo de esta amplificación incluye probablemente el sistema perineural y los demás sistemas de tejidos de conexión.

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Conclusión :

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He mostrado en este breve resumen como ciertas experiencias de los terapeutas energéticos tienen una base en la biología y la física. Despreciadas durante siglos, las terapias energéticas pueden tener su plaza en la medicina clínica. Los grandes descubrimientos de los biólogos y de las personas sensitivas se están integrando para darnos una comprensión más profunda de la vida, de la enfermedad y de la curación. La ciencia no puede quitar el último misterio a la vida, ni borrar el lado espiritual de la curación. Creemos que la investigación sobre las terapias energéticas puede llevarnos a una comprensión completa de la VIDA, de la ENFERMEDAD y de la CURACIÓN.

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Jim y Nora Oschman

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Referencias :

  1. SQUID son las siglas de Superconducting Quantum Interference Device.
  2. “Journal of Bodywork and Mouvement Therapies”, Harcourt Brace & Co. Ltd. Edinbourg
  3. Se puede conseguir una lista completa de nuestros artículos a “Nature’s Own Research Association” P.O. Box 5101, Dover, NH 03821, EEUU, tel. 603 742 3789, fax 603 742 2592, e-mail: Joschman@aol.com

Jim y Nora Oschman son los directores de “Nature’s Own Research Association” en Dover, New Hampshire. Jim es uno de los pocos científicos académicos que se ha concentrado sobre la base científica de las distintas medicinas complementarias y alternativas. Jim y Nora han escrito docenas de artículos sobre los mecanismos fisiológicos y biofísicos implicados en distintas técnicas terapéuticas. Para más informaciones sobre Jim y Nora, sus artículos y sus actividades, consulten en Internet: www.bodywork-res.com

jueves, 7 de abril de 2011

lunes, 4 de abril de 2011

¿QUE ES EL AURA?



¿QUÉ ES EL AURA?

¿Qué es el aura, si no una luz que emerge de nosotros,

mostrando lo que en realidad somos?

Al tratar de describir con términos físicos lo que es el Aura, inmediatamente la asociamos con la palabra energía, la cual viene del griego energos, que quiere decir "producir movimiento, la palabra aura, por su parte, precede de otra palabra griega, aer, que quiere decir “brisa”

Si tenemos la capacidad de asociar mentalmente los significados de ambas palabras, tendremos una imagen mental del aspecto del aura.

Al fluir la energía, las personas pueden cambiar a cada momento: el aura también esta sujeto a este cambio.

Se le llama aura a un conjunto de fuerzas electromagnéticas de densidades variables que salen de los cuerpos físicos, vitales, etéreos, mentales, emocionales y espirituales.
Estas partículas de energía permanecen en suspensión alrededor de nuestro cuerpo en forma de una cubierta oval. Esta cubierta áurica sobresale del cuerpo un promedio de l m alrededor de nosotros, extendiéndose por encima de la cabeza, y mas allá de los pies, hundiéndose en el suelo.

Sobre la cubierta áurica inferior se puede encontrar flotando, hasta 15 m por encima de ella, otra cubierta áurica, la cual recibe el nombre de cuerpo áurico superior. Algunos miembros de la comunidad científica han llamado al aura, campo de energía; otros, los hombres de la religión, forma espiritual; y los estudiosos del esoterismo, cuerpo astral.


Respecto a los motivos por lo0 que se le ha llamado, al aura, de tan diversas maneras; cada grupo ha emitido su opinión de acuerdo a sus estudios.


Así, la gente que ha investigado el aura en los labora­torios, es la que le ha dado el nombre de campo de energía; tales como el medico ingles Walter Kilner, el cual aceptó el concepto del aura Y se propuso hacerla visible al ojo humano, y después de numerosas experimentas lo consiguió; hasta el ingeniero soviético, Semyon D. Kirlian, el cual obtuvo los resultados mas espectaculares, con res­pecto al aura, al lograr una fotografía que mostraba una forma luminiscente alrededor de los dedos de su mano.


Respecto a los motivos por los que se le llama al aura, forma espiritual; debemos basarnos mas en los datos disponibles, que en las demostraciones científicas.

La existencia de un segundo cuerpo, superior al físico, sin forma material; ha sido aceptado desde hace mucho tiempo por todos los estudiosos del alma. Los relatos y leyendas relacionados con las formas espirituales huma­nas se remontan a los orígenes del hombre: todas las religiones nos hablan de estas formas, intangibles Y lumi­nosas, que rodeaban a algunos hombres; los iluminados.

Por otra parte, hay un grupo de seres humanos que tiene la facultad de ver más allá de lo que llamamos visión normal. Estos seres privilegiados han recibido el don de ver la Luz que nos rodea, la manifestación de la Energía Universal, y le han llamada cuerpo astral.

Vivamos nuestra propia experiencia, sin importar que el aura sea un campo de energía, una forma espiritual o un cuerpo astral


La visión del aura y su aspecto de arco iris, verdadera­mente maravilloso; debe ser un lenguaje que debemos aprender y comprender, para conocer la luz... su Luz.

LOS 7 CHAKRAS



¿QUÉ ES SON LOS CHAKRAS?

La palabra Chakra como tal simplemente significa rueda. El cuerpo está formado por numerosas de estas ruedas, pero las más importantes son las siete que recorren la parte central de nuestro cuerpo. Estas ruedas no están situadas en el plano físico, sino que se encuentran en el plano astral o espiritual, pero seis de ellas están en estrechísima relación con varias partes de nuestro cuerpo de manera que se suelen poner en correspondencia con ellas, como ya iremos viendo en cada uno de los chakras.


Todo en el universo está formado de energía y nuestro cuerpo no podría ser menos. Hay energía más densa, que es la material; y energía menos densa que podría ser la astral o espiritual. En el caso del ser humano estas energías están en completa relación y no pueden desligarse hasta la muerte. Los chakras, por tanto, son pequeñas puertas que ayudan a poner en contacto unas energía con otras. Debemos imaginárnoslos como una especie de antenas emisoras y receptoras de información. El problema comienza, entonces, cuando una o varias de esas antenas están estropeadas o reciben-emiten distorsionado. Es entonces cuando deben ser arreglados.

Realmente, más importante que los chakras estén todos a la perfección, o como se suele decir, totalmente limpios; es que no estén desnivelados los unos con los otros, quiere esto decir que haya chakras más limpios que otros o que ni siquiera estén nivelados correctamente.


Así que aquí te aportaremos también diversos y sencillos métodos o prácticas para que mantengas siempre limpios y preparados tus queridos y valiosos chakras.
Estos centros se extienden en forma de remolinos por el campo energético que rodea el cuerpo físico y está compuesto por capas sucesivas de energía que vibran a frecuencias cada vez más elevadas. Cada uno de los chakras tiene una parte frontal y una parte posterior, excepto el primero y el séptimo. Todos ellos están unidos por un canal energético que corre a lo largo de toda la espina dorsal.

Funciones principales de los chakras:

1. Revitalizar cada cuerpo aural o energético y con ello el cuerpo físico.

2. Provocar el desarrollo de distintos aspectos de la autoconciencia, pues cada chakra está relacionado con una función psicológica específica.

3.
Transmitir energía entre los niveles aurales ya que cada capa progresiva existe en octavas de frecuencia siempre crecientes.

Cuando el funcionamiento de los chakras es normal, cada uno de ellos estará abierto, girando en el sentido de las manecillas del reloj para metabolizar las energías particulares que necesita del campo de energía universal (energía que también se ha llamado chi, prana u orgón).

Cuando el chakra gira en sentido contrario a las agujas del reloj, la corriente fluye del centro hacia fuera, con lo que interfiere el metabolismo. Por tanto, se dice que el chakra está cerrado o bloqueado a las energías que llegan.

La mayoría de las personas tienen tres o cuatro chakras que giran en sentido contrario en un momento determinado. Como los chakras no sólo son metabolizadores de la energía, sino que también la detectan, sirven para proporcionarnos información sobre el mundo que nos rodea. Si bloqueamos algún chakra, no dejamos u entre a información. Por tanto, cuando nuestros chakras fluyen en sentido contrario a las agujas del reloj, hacemos salir nuestra energía enviándola al mundo, detectamos la energía que hemos enviado y decimos que eso es el mundo. Es lo que en psicología se llama proyección.
La realidad imaginaria que proyectamos al mundo guarda relación con la "imagen" que nos hemos formado de aquél a través de nuestras experiencias infantiles, a través de la mente del niño que fuimos. Dado que cada chakra está relacionado con una función psicológica específica, lo que proyectamos a través de cada uno de ellos estará dentro del área de funcionamiento de dicho chakra y será algo muy personal, ya que la experiencia vital de cada persona es única.

Los Siete Chakras:

El primer chakra, el chakra basal o de raíz, está localizado en la base de la columna vertebral, y se lo define como el chakra que gobierna la comprensión de la dimensión física. Es el centro de energía a través del cual experimentamos la sensación de “luchar o escapar”. Se externaliza en las glándulas adrenales, gobierna los riñones y la columna vertebral y se lo percibe como rojo.

El segundo chakra se encuentra localizado en los órganos sexuales (ovarios en las mujeres y testículos en los hombres) y es el chakra de la creatividad. Gobierna actitudes dentro de las relaciones, la sexualidad y la reproducción, y su color es el naranja.

El tercer chakra se localiza en el plexo solar. Se externaliza como el páncreas, gobierna la acción del hígado, el bazo, el estomago, la vejiga y ciertos aspectos del sistema nervioso. Es el filtro de la sensibilidad emocional y rige los temas de poder personal. Su color es el amarillo

El cuarto chakra es el chakra cardiaco. Se externaliza como la glándula timo. Este chakra regula la sangre y el sistema circulatorio, y tiene influencia sobre el sistema inmunológico y el sistema endocrino. Este es el centro a través del cual sentimos amor. Es de color verde.

El quinto chakra es el chakra laringeo. Se externaliza como la glándula tiroides y gobierna los pulmones, las cuerdas vocales, el sistema bronquial y el metabolismo orgánico. ES el centro de la expresión, la comunicación y el discernimiento. Se lo percibe de color azul.

El sexto chakra se encuentra en el centro de la frente, y es mejor conocido como el tercer ojo. Se externaliza como la glándula pituitaria. Rige el cerebro inferior y el sistema nervioso, los oídos, la nariz y el ojo izquierdo, el ojo de la personalidad. A través de este centro accedemos a nuestra naturaleza espiritual. Se lo percibe como de color índigo, una vibrante combinación de rojo y azul.

El séptimo chakra o chakra coronario se localiza por sobre la cabeza. Se externaliza como la glándula pineal y gobierna el cerebre superior y el ojo derecho. Es a través de este chakra que uno alcanza, finalmente, la sensación de unificación con Dios. Su color es el violeta, o, a veces, como la combinación de todos los colores en luz blanca.

ANATOMIA ENERGETICA HUMANA



ANATOMÍA ENERGÉTICA HUMANA

Nuestra anatomía energética se divide en siete cuerpos o capas cada uno relacionado con un chakra.

Otras culturas admiten varios centros de energía en el cuerpo, dos de esos centros se sitúan en las palmas de las manos. Si volvemos la palma de la mano hacia arriba, observaremos una depresión en el centro. Esa cavidad en el centro de la palma de la mano se considera la sede física de esos centros de energía, llamados chakras en sánscrito.

Pero esos no son más que chakras secundarios. Los siete principales, llamados también chakras mayores, tienen que ver con las glándulas endocrinas como sedes físicas. Los chakras o centros de energéticos actúan como agentes para la transformación de la energía universal.

Para entender mejor como funcionan estos centros energéticos vamos a ver como es la estructura del cuerpo energético.

El campo energético humano o aura humana

El campo energético humano conocido también como aura es una manifestación de la energía universal íntimamente vinculada con la vida humana. Ha sido descrito como un haz luminoso que rodea el cuerpo físico y penetra en él, y que emite su propia radiación característica.

La estructura energética del hombre se divide en una serie de capas o cuerpos que interactúan entre sí, que cumplen funciones diferentes y vibran en frecuencias distintas. Estos cuerpos o capas son siete y cada una de ellas está relacionada con un chakra de los denominados mayores.

Los siete planos en los cuales el hombre está formado son: etérico, emocional, mental, intuitivo, espiritual, monádico y cetérico.

  • La primera capa del campo y el primer chakra están relacionados con el funcionamiento del cuerpo y la sensación física (sentir dolor o placer físicos). La primera capa guarda relación con el funcionamiento automático y autónomo del cuerpo.
  • La segunda capa y el segundo chakra se relacionan con el aspecto emotivo de los seres humanos. Son vehículos de nuestra propia vida y de nuestros sentimientos emocionales.
  • La tercera capa y el tercer chakra están asociados con nuestra vida mental y el pensamiento lineal.
  • La cuarta capa y el cuarto chakra se relacionan con el corazón; es el vehículo por el cual amamos, no solo a nuestra pareja, sino a la humanidad en general. El cuarto chakra es el que metaboliza el proceso de amar.
  • El quinto nivel y el quinto chakra, están relacionado con la voluntad en conexión con la voluntad divina; se le asocia también con el poder de la palabra.
  • El sexto nivel y el sexto chakra están asociado con el amor celestial que se extiende más allá del alcance del amor humano.
  • El séptimo nivel y el séptimo chakra guardan relación con el pensamiento elevado, el conocimiento y la integración de nuestra formación espiritual y física.

Existen, por tanto, lugares específicos dentro de nuestro sistema energético para las sensaciones, las emociones, los recuerdos y otras experiencias no físicas de las que damos cuenta a nuestro médico o terapeuta. La comprensión de la forma en la que nuestros síntomas físicos están relacionados con estas posiciones nos ayudarán a comprender la naturaleza de las distintas dolencias, y la diferencia entre los estados de salud y enfermedad.

Cada chakra o centro de energía intercambia energía con el Cuerpo Energético Universal. Como estos centros energéticos sirven para vitalizar el cuerpo, podríamos decir que se encuentran directamente relacionados con cualquier patología de éste. Por tanto cuando uno o varios de ellos se encuentran bloqueados la desarmonía aparece en nuestro ser.

Sería bueno que cada uno de nosotros dedicara unos minutos al día a la armonización de nuestro ser mediante la relajación y visualización de los chakras. Cuando logramos un estado optimo de relajación podemos captar como funciona la energía en cada momento de nuestra vida, en cada uno de los chakras principales y armonizarlos mediante la respiración, la visualización de los mismos, aplicando mentalmente el color adecuado y entonando la vibración musical que corresponde a cada uno de ellos.

Os invito a experimentar y reconocer que las energías de nuestro cuerpo vital se extienden más allá de los límites de nuestra piel. Para ello seleccionareis una música adecuada, un espacio silencioso y limpio de impurezas y a practicar. Quizás el primer día no lo lograreis, ni el segundo tampoco, pero poquito a poco vais a ir conectando con esa sutil energía que tanto beneficio aporta a nuestra vida.