sábado, 22 de noviembre de 2008

CRIANDO A NIÑOS INDIGO Y CRISTAL DESDE EL CORAZON

Criando a Niños Indigo y Cristal - Criando desde el Corazón
Por Celia Fenn

Criar a un niño Índigo o Cristal es un privilegio especial en esta época de turbulencia y cambio. Como padre/madre, están contribuyendo a establecer nuevos patrones para criar en el planeta. Están en sociedad con su hijo/hija para elevar la resonancia de la relación hijo/padre a su más alto nivel posible en este momento.

El niño Índigo o Cristal ha venido al planeta con su propia “misión”. Como Índigo está aquí para retar las formas y creencias existentes, y como Cristal está aquí para enseñar empoderamiento y amor. Ustedes, como padres, son los compañeros en esta misión de enseñanza y sanación. Pueden ayudar a su hijo a llevar a cabo su misión comprendiendo lo que es requerido de ustedes. Como padre de un Índigo, pueden esperar ser retados a cada instante, pero el tener las habilidades de manejar estos retos creará una relación más fácil entre ustedes y su Índigo. Como padre de un Cristal, tendrán que lidiar con una voluntad muy fuerte y frecuentes luchas de poder. Otra vez, el tener las habilidades de crianza para lidiar con estos asuntos facilitará el crecimiento y desenvolvimiento de su hijo.

Los Viejos Paradigmas de Crianza
El Viejo paradigma de Crianza simplemente no funcionará para los Índigos y Cristales. Y esto es de esperarse. Están aquí para retar este paradigma y reemplazarlo con algo mejor. Así que, la manera en que a ustedes los criaron no funcionará para ellos. No pueden repetir sus propios patrones de crianza – ya sea conscientemente o inconscientemente. Como padre de un Nuevo Niño, se tienen que hacer conscientes de lo que motiva el patrón particular de crianza que han elegido.

El viejo paradigma fue basado mayormente en Poder y Temor. El padre veía a su hijo como una responsabilidad que tenía que ser asumida, y el deber de los padres era asegurarse de que el hijo fuera proveído materialmente, educado y formado en un adulto, igual que todos los otros adultos. El niño era criado para que le temiera al castigo y ver a padres, maestros, y otros adultos como figuras de poder. El niño era enseñado a aceptar las normas de la sociedad por estas figuras de poder, aún si estas fueran en contra de las inclinaciones de él o ella. Los padres y guardianes veían su rol como control del niño. Así que por lo tanto tenían derecho a castigar al niño, incluso con violencia, si ese control, usualmente ejercitado en la forma de reglas y prohibiciones, era retado o ignorado. El objetivo de las reglas y regulaciones era asegurar que el niño “perteneciera” o se ajustara a la sociedad. Los padres Antiguos con frecuencia dicen cosas como: “Lo harás porque yo lo digo, soy tu madre/padre”, o “lo harás porque eso es lo que todos hacen”.

El Padre Antiguo es un Autoritario, y demanda complacencia y respeto de acuerdo con esa autoridad concedida en la relación hijo/padre. En este sistema de creencia, el padre es conocido como “dueño” del hijo y tiene el derecho de demandar complacencia. Los padres se creen saber más y ser más sabios, y por lo tanto tener el derecho de demandar ciertos patrones de comportamiento y elecciones de vida de “su” hijo.

El Nuevo Paradigma de Crianza
El Nuevo Paradigma de Crianza está basado en el Amor y se deriva del Centro del Corazón. En este nuevo paradigma, todo niño es visto como un regalo y privilegio. La crianza es vista como una experiencia de Corazón, en la cual el adulto es dado la tarea de nutrir y asistir a un alma recién llegada al Planeta. Esta tarea es una sociedad, en la que el padre y el hijo comparten la aventura de crear la experiencia consciente de crecimiento y aprendizaje dentro de los parámetros cultivados de la relación.

En este nuevo modelo de crianza basado en el Corazón, el niño es visto por lo que es – un alma muy evolucionada y desarrollada. Esta alma Índigo o Cristal tiene su propia sabiduría para impactar al mundo adulto, y el rol del padre con frecuencia es asistir a ese niño a traer ese mensaje al mundo. El hacerlo requiere que el niño sea amado y nutrido, y animado a expresar al máximo quiénes y qué son en realidad, y el ser dado las oportunidades de desarrollar su potencial máximo en un ambiente amoroso.

Para ser este tipo de padre o guardián, cualidades tales como Amor, Tolerancia, Respeto y Aceptación Incondicional necesitan ser parte de la crianza básica o habilidades amorosas. También, el nuevo padre necesita aprender y comprender las habilidades de Negociación, Comunicación y Disciplina.

AMOR
Esta es LA habilidad de crianza más importante de todas. Y la mayoría de la gente piensa que “llega naturalmente”. Pero con frecuencia, los padres reproducen su propio paradigma de crianza sin considerar verdaderamente si viene del corazón o no.
Efectivamente, no pueden amar y respetar a su hijo si no se aman y se respetan a sí mismos. Y tantos de nosotros fuimos criados con mensajes de “no lo suficientemente bueno”, que fomentó baja auto estima y dificultades con auto-amor y auto-aceptación. Cualquiera que trabaje con niños necesitará observar cómo sus asuntos no resueltos de auto-aceptación pueden ser proyectados al niño. Entonces el niño será visto como “desobediente” o “inmanejable” o “fuera de control”, o cualquier cantidad de etiquetas de “no lo suficientemente bueno”.

También, iras y hostilidades no resueltas de los padres son con frecuencia reflejadas de regreso a ese padre en el comportamiento del hijo. Con frecuencia un hijo enfadado y temperamental estará representando los sentimientos reprimidos del padre.

Es difícil elevar a un niño Índigo o Cristal a menos que hayan resuelto sus asuntos y puedan amarse a sí mismos, empoderarse a sí mismos y expresar su potencial máximo.

Su Niño Índigo o Cristal será su maestro principal, si de hecho no ha trabajado por estos asuntos.
APRENDERÁN a empoderarse y a valorarse a sí mismos – ya que ellos les enseñan las destrezas. Pero es mucho más fácil si ya tienen estas destrezas, entonces criar a su hijo se vuelve una aventura compartida de crecimiento empoderado.

ACEPTACIÓN INCONDICIONAL
Con frecuencia esto es una de las cosas más difíciles para un padre. Con frecuencia el orgullo de los padres demanda que el hijo responda a ciertas expectativas o cumplir ciertos roles.
Pero los niños Índigo y Cristal tienen su propio ser definido y su propia sensación de quiénes y qué son. Esto está muy claro para ellos. Y a veces esta sensación de quiénes son puede estar en oposición directa a los deseos y necesidades de los padres.

Cuando esto sucede, lleva un padre muy especial para poder decir: “Te acepto por lo que eres”, y “no necesitas ser como yo.”

Un padre inseguro puede tomar esa misma diferencia del niño de él o ella misma como una amenaza, y demandar que el niño se ajuste. Pero el nuevo padre permite que el niño se desarrolle y sea lo que es, incluso alentando aspectos de ser del niño que pueden ser extraños a su propia manera de pensar o ser si ahí es donde residen los dones del niño.

El nuevo padre también acepta que conforme el niño Índigo llega a la adolescencia y adultez, puede que no elija seguir los caminos de carreras “seguros” y “responsables” que el padre pueda desear. El Índigo puede desear ser creativo, o viajar por el mundo y ver la vida, en lugar de ir a la universidad y seguir un camino establecido de vida.

Los nuevos padres necesitarán comprender que los Índigos y Cristales ven la vida como una creación en marcha, donde ellos son libres de “volverse a hacer” a ellos mismos cuando sea que así se sientan inclinados, ya que ellos siguen sus pasiones. Probablemente no tendrán interés en lo prudente y seguro, pero más bien en lo apasionado y creativo y divertido.

Esto no tiene que decir que no crearán abundancia. Con frecuencia los adultos Índigo crean el mismo nivel de prosperidad que sus padres antes de los treinta. Pero lo hacen de maneras inusuales y creativas.

RESPETO
Esto está muy relacionado a la aceptación incondicional. Si el padre puede aceptar quién y qué es el niño, entonces en esta aceptación se puede construir un mutuo respeto para con el uno y el otro.

Este mutuo respeto es un fundamento necesario en la que la relación padre/hijo será construida.
Muchos padres Antiguos ven a los niños como sin experiencia y bastante estúpidos hasta enseñados lo contrario por adultos experimentados y más sabios. Los nuevos padres están conscientes de que su hijo es un ser evolucionado en un pequeño cuerpo, y hay un intercambio mutuo de ideas y experiencia en la relación. El padre le enseña al niño/alma las destrezas de supervivencia que necesita para la vida en el planeta en este momento. El Niño enseña a los padres nuevas perspectivas en la vida que derivan de su conexión más cercana con el mundo Espiritual.

Este mutuo respeto significa que cada uno de ustedes permitirá al otro ser lo que son, sin la necesidad de crítica y hostilidad si hay diferencias.

De hecho, el nuevo padre verá estas diferencias como algo a ser celebrado cuando comenzamos a comprender la diversidad y posibilidad inmensa inherente en la vida humana en el planeta hoy.

TOLERANCIA
Este tema se relaciona con los dos anteriores también. Si hay aceptación incondicional, amor y respeto mutuo en el hogar, entonces también va a haber tolerancia para las diferencias y necesidades diferentes de cada persona en la familia.

Esta tolerancia puede entonces ser extendida a una sociedad más abierta afuera del hogar. Si le enseñan a su hijo que están bien con ustedes, y ustedes están bien con ellos, entonces están más propensos a transferir este patrón a su contacto con niños y personas diferentes que conocen en la escuela y en situaciones sociales.

Esta tolerancia de otros y aceptación de otros es parte de la misión de los niños Índigo y Cristal, y ayudará a crear un mundo en el que hay tolerancia y aceptación de todos.

El nuevo padre demostrará a su hijo que se pueden conectar con gente que son “diferente”, con respeto. Y que pueden honrar las diferencias y celebrar la diversidad, en lugar de estar amenazados o temerosos como tantos padres antiguos lo estaban.

La efectividad de los aspectos mencionados arriba en el Nuevo Paradigma de Crianza, con frecuencia yace en la habilidad del padre de compartir aptitudes de vida con el hijo. Esto es hecho eficazmente a través de las destrezas de Comunicación, Negociación, y Disciplina.

COMUNICACIÓN
Comunicarse con su hijo es una de las maneras clave en las que pueden demostrar amor y respeto.

El acto de la comunicación es uno de dar y recibir. La persona que comunica está dando o compartiendo ideas, y la persona que escucha está recibiendo esas ideas. Ambos procesos son “activos”, en ese recibir o “escuchar” también es una habilidad.

Como padre, deben ir más allá de dar órdenes e instrucciones que esperan que el niño reciba sin duda y obedecer. Y sobre todo nunca deben enojarse o gritar en el proceso de comunicarse con su hijo.

El uso de la ira y la violencia en una comunicación solo enseña al niño que para salirse con la suya tiene que hacer el más ruido y ser el más agresivo. De igual manera, el castigo físico enseña al niño que para conseguir lo que se quiere (complacencia), se tiene que ser agresivo y violento. Estos patrones de comunicación serán interiorizados y pueden entonces ser exteriorizados cuando el niño interactúa con sus semejantes. Los niños Cristal, especialmente, están aquí para experimentar poder, y si aprenden de ustedes que la violencia equivale a poder, entonces representarán esto. Y con frecuencia en contra de ustedes.

Mucho mejor entonces, enseñar a su hijo a comunicarse efectivamente, pero con respeto. Y la clave aquí es que ambos bandos ESCUCHEN lo que el otro tiene que decir. Y en el acto de escuchar para realmente recibir y comprender lo que el otro siente y necesita.

Comuníquense con su hijo acerca de todos los asuntos familiares que lo afectarán a él o ella. No asuman simplemente que porque son pequeños sólo necesitan conformarse con lo que ustedes quieren.

NEGOCIACIÓN
La negociación es parte del proceso de Comunicación. Si quieren que su hijo siga cierto camino o haga ciertas cosas, entonces tendrán que explicarles porqué ustedes necesitan este comportamiento de ellos. Índigos y Cristales no están interesados en órdenes autoritarias, pero escucharán si les habla tranquilamente y negocia lo que quieren.

Si lo que desean no es particularmente atractivo para ellos, es posible negociar un premio por hacer lo que ustedes piden. En este caso hay una situación “ganar/ganar”, donde ambos bandos obtienen algo que quieren.

La habilidad aquí no es la manipulación, aunque padres de Índigos pequeños necesitarán observar que el niño no se vuelva manipulador. En lugar de ello, alcanzando un lugar de confort mutuo, donde ambos bandos están en acuerdo y feliz con lo que se necesita hacer. Por ejemplo, si guardar los juguetes es una discrepancia, negocien con el niño que si los juguetes están guardados todas las noches por una semana, entonces en el fin de semana alguna sorpresa puede ocurrir. Si no, no hay sorpresa. La mayoría de los niños trabajarán entorno a una propuesta como esta, en lugar de tener a su mamá continuamente gritando sobre el porqué los juguetes no son guardados, (bueno, porque los niños Índigo y Cristal generalmente tienen cosas más importantes e imaginativas que hacer en lugar de guardar sus juguetes).

DISCIPLINA
Aunque este se dejó para último, es generalmente el tema más emotivo en mi discusión con padres. Si dar o no “palizas” como castigo, o imponer límites.

Mi propia creencia es no violencia, siempre. Esto sólo enseña al niño que la violencia es una herramienta para conseguir lo que quieren.

Sin embargo, también creo que el concepto de “disciplina” es comprendido pobremente en nuestra sociedad. Está equiparado con reglas y regulaciones y castigo. En efecto, la palabra disciplina comparte la misma raíz que “discípulo”, y tiene que ver con enseñar y aprender. Y el maestro más efectivo no es el que grita y es violento, a menos que esté en el Ejército. En la vida normal, enseñar es más efectivo cuando viene del corazón y es impartida de una manera amable y considerada.

Los niños necesitan saber dónde están los límites, y qué se espera de ellos dentro del contexto familiar. Esto ayuda a asegurar una sensación de seguridad que fomenta el comportamiento tranquilo. Pero esta información puede ser transmitida de una manera amorosa y tranquila, usando las habilidades de comunicación y negociación.

Las habilidades de comunicación y negociación son muy una parte de la habilidad de disciplina.
Su rol como padre es enseñar a su hijo – a través del ejemplo y a través de palabras – qué es requerido de ellos para hacerse adultos empoderados y amorosos. Ustedes son el maestro, ellos son los discípulos. Y algunas veces, ellos son los maestros y ustedes, como padres, son los discípulos. Permitan que la relación entre ustedes sea tan amorosa y nutritiva como esa entre Cristo y sus discípulos.

Pagina Original en Ingles: http://www.starchild.co.za
Traducción: "Maribel Gonzalez" - marigo28@yahoo.com y Anita Manasse – estrellam@sion.com

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